sin miedo y sin dobleces

El Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla” agradece al Movimiento de Mujeres y Feminista en sus diferentes expresiones, a las organizaciones de derechos humanos y sociedad en general tanto nacional como internacional la solidaridad, hermandad y acompañamiento que hemos recibido ante la injusta acusación de difamación e injuria que pretende silenciar nuestras voces ante hechos tan evidentes como la violencia y demás delitos contra las mujeres.

A pesar de la provocación constante de parte de quien utiliza su poder político y su condición de hombre para imponer su voluntad y atemorizarnos para que no reclamemos nuestros derechos, nuestros escudos de valentía se concentra en nuestra claridad de pensamiento, la necesidad de justicia y la valentía de todas nuestras compañeras que resistimos al machismo sin dejarnos intimidar.

La fuerza del Movimiento “Visitación Padilla” viene desde la base de nuestra organización que en su mayoría la integran mujeres de las comunidades en desarrollo que viven violencia de todo tipo pero principalmente violencia domestica e intrafamiliar, que identifica en su vida y la denuncia y no permiten que otras como ellas la ignoren, por eso exigen respeto y no claudican en ese empeño.

Nosotras, las Chonas, reconocemos que enfrentarse al Patriarcado tiene altos costos en cuanto a seguridad personal, estigmatización, agresiones de sectores conservadores y fundamentalistas del país, pero hemos decidido asumirlos en aras de la verdad y la justicia, no nos atemorizan ni amenazas, ni demandas ni condenas, somos MUJERES que estamos rompiendo los muros y cadenas que niegan nuestra humanidad. Seguimos de pie, fuertes y valientes para gritarle al mundo que tenemos voz, cuerpo y dignidad.

Condenamos la represión contra las compañeras el día 25 de febrero de parte del oficial de policía Jorge Arturo Ramos y exigimos a la Corte Suprema de Justicia no violentar nuestro derecho a la libre locomoción y manifestación y poder estar en ese espacio público al cual tenemos derecho como ciudadanas.

¡Si tocan a una, nos tocan a todas!

¡El acosador aunque se vista de seda, acosador se queda!